Góndola en el Gran Canal
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SEGUNDO DIA. Domingo 3 de diciembre: A las 6 en pie de nuevo los guerrilleros, cargar las motos, dejar una nota de agradecimiento a los anfitriones, y gas hacia Venecia.
Llegamos tempranito, con tiempo para ver el puente Rialto, la Plaza de San Marcos y el puente de los suspiros.
Puente de los Suspiros
Piazza San Marcos
León de Venecia
Detalle de San Marcos
El Gran Canal desde el Puente Rialto
Grego quería cambiar su GS por una góndola...
Los Blues Brothers en Venecia
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Y al cabo de un momento nos encontramos con Josep y Jordi en la Piazzale Roma, presentaciones y empieza la cabalgada en grupo.
On the road
Ozú ke frío ke jasse!
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Entramos en Eslovenia durante un ratito, justo para disfrutar de su verdor y sus carreteritas serpenteantes. Legamos a la frontera Croata, y padentro, parando a curiosear un poco y a comer en el centro de Rijeka que el hambre ya apretaba. Comida agradable en un ambiente puticlubesco de penumbra, y luego a ver las calles peatonales Adamiceva y Corzo, la Torg Republique, la Torre Municipal, la Iglesia de San Nicolás y el Ayuntamiento.
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Callejeando por Rijeka
Él mismamente
El chiquitín en la Torre Municipal
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A partir de ahí caen los kilómetros y la noche, nos hacemos la frontera serbia y llegamos a Belgrado.
Por cierto, me olvidaba que de camino nos intentaron tangar cobrándonos el doble en una gasolinera aprovechando que el cambio era en moneda local y que primero firmabas el ticket de la visa y luego te daban el justificante de la gasolina, pero nos plantamos, pusimos los puntos sobre las íes y tuvieron que claudicar y devolvernos las diferencias. La unión hace la fuerza......
El hostal de Belgrado, visto por fuera daba miedo por lo cutre, y estuvimos un rato a ver que hacíamos con las motos, si dejarlas en un parking interior del hostal, o bien en uno público más allá, o simplemente en la calle, y al final durmieron todas juntitas y arropadas en la calle delante del hostal, estuvo bien porque se nos pasaron todas las manías de golpe. Cantidad de mirones y admiradores se quedaban pasmados con las 4 peroleras.
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Aquí durmieron arropaditas
Los "rumberos" han llegado a Belgrado...
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Teníamos una habitación de 6 para nosotros 4, y nos apañamos perfectamente para pasar nuestra primera noche, no sin antes descubrir Belgrado la nuit, mucho rato intentando encontrar en vano un restaurante abierto, y al final, de casualidad, dimos con una joya escondida y acabamos cenando super espléndidamente en un restaurante latino con música en vivo de un grupo y su bella cantante hispana de ojos cálidos, al son del guantanamera....... Un lujo. Fue la primera noche, y la primera toma de contacto con los ronquidos mútuos (en los días siguientes, con el cansancio acumulado, ya no se oían casi …).
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