Dando un rule por Bosnia-Herzegovina
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SEPTIMO DIA. Viernes 8 de diciembre.
Nos despertamos sobre las 6,45 en nuestro chalecito, cargar las motos y a la plaza Sebilj a desayunar y turistear. Encontramos a dos auténticos aventureros que daban la vuelta al mundo con sus bicicletas, eso es moral y no la del Alcoyano....
Paseo por la calle peatonal Saraci, visita a la mezquita Begova, calle Fernandija, Catedral, foto en la Llama Eterna de Sarajevo para la paz, y visita al Puente Latino y a la lápida que conmemora exactamente el lugar donde fue asesinado el archiduque Francisco Fernando y su esposa, lo que dio inicio ni más ni menos que a la Primera Guerra Mundial.....
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Chalecito en Sarajevo
Cementerio con vistas adosado al chalecito ....
La Cucafera en la Plaza Sebilj, el corazón de Sarajevo
Josep observado por los usuarios del trolebús.
Fuente, mezquita y palomas mil en la plaza Sebilj
Aventureros sin fronteras, éstos dos en bici .....
Callejeando por Saraci
Mezquita Begova
La Catedral
Haciendo el turno de Guardia ante la Eternal Flame, la llama eterna por la paz en Sarajevo.
Exactamente aquí empezó la Primera Guerra Mundial...
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Hecho todo ello compramos provisiones y fruta para ser autónomos y nos adentramos en la Bosnia más profunda, con un sinfín de carreteritas, pueblecitos, caballos, vacas, aldeas, payeses .... y unos policías que pararon a Jordi en plena roscada de oreja. El resto paramos a una distancia prudente para no ser presa de la tela de araña, y luego ya mandamos a nuestro embajador Josep a entrar en tratos .... Y así fue, de una multa de tal vez 300 que podían ser 100 (euros), al final la cosa quedó con una mordida de 20 eurolos en negro con los que los dos guripas se dieron con un canto en los dientes.....
Tantas fotos quiso hacer Josep por el camino que nos perdimos de nuevo las dos parejas en un cruce, y los Blues Brothers cogieron el camino más difícil, y luego nosotros también para rescatarlos. O sea que al final todos dimos un rodeo de narices pasando por una carretera que se acabó, y dio paso a un camino de baches, grava y barro, pero tampoco nada que no pudieran comerse nuestros elefantes. Después de algunas horas, me acordé ya tarde de que yo mismo había aconsejado unos días antes no salir de las carreteras porque todavía hay muchos caminos con zonas minadas ...... .
Población autóctona
Pueblecito Bosnio
Josep disfrutando de todo
Jordi igualmente
Sin palabras...
Quería tocarlo y olerlo todo
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Al final del camino Srebrenica, ni más ni menos que el escenario del último genocidio que ha habido en Europa con más de 8.000 personas asesinadas en un par de días. Entrar en ese pueblo y ver a las gentes y la cara con las que nos miraban daba un cierto respeto. La mezquita llamó a la oración y el estómago se me hizo un nudo. Tened en cuenta que para llegar hay que coger muchas carreteras regionales, y venir a posta, o sea que de turistas aquí no han visto casi ninguno. Comimos en una ladera que domina la ciudad, justo a escasos metros de un hotel cosido a agujeros de bala y de obús
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Llegada a Srebrenica
Humilde mezquita
Refrigerio a pies del edificio acribillado
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Nos dirigimos unos 5 kilómetros al Norte, hacia Potocari, hasta encontrar a un lado el Memorial del Genocidio inaugurado por Clinton, y al otro lado la fábrica donde aquel día fatídico los serbios fanáticos de Ratko Mladic amontonaron como ganado a casi todos los habitantes de la comarca después de acojonar y dejar en bragas a los 400 cascos azules holandeses que tenían la función de protegerlos en aquella “zona segura”. Lo que pasó luego ya lo sabemos todos, y pasaron muchos años encontrando cuerpos desperdigados por toda la comarca.
Como dije a los compañeros, me sentí en la necesidad de dar testimonio de solidaridad a unas gentes a las que les fallamos en su día, y más allá de que los estados y gobiernos laven sus conciencias con limosnas, creí oportuno que supieran que la a la “gente” nos importa lo que allí pasó y no estamos dispuestos a olvidarlo. Así que entramos en el monumento conmemorativo (en mi caso y creo que en el de todos embargado por la emoción), y en la zona de las tumbas más sencillas, en una fuente del sector 5 y en nombre de todos nosotros (espero lo encontréis adecuado), nuestra pequeña expedición procedió a colgar un cartel de buena voluntad y deseo de paz en nombre del Africa Twin Club España. Cuando lo preparé en mi casa creí que habría un lugar oportuno para éste tipo de mensajes, pero estando allí, in situ, me di cuenta de que siguen estando solos y olvidados por el resto de Europa. Me haría ilusión que en unos años alguien que pueda ir me cuente que hay una fuente llena de carteles y mensajes de paz, alrededor de uno azul de un club de moteros españoles que fue el primero.....
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Con la mente aún en las centenares de listas de asesinados que constan en la interminable lápida conjunta, salimos de Srebenica y nos dirigimos hacía el Norte siguiendo por las carreteras regionales. A la altura de Tuzla la carretera volvió a ser más o menos nacional, y al pasar la frontera Croata (por cuarta vez..), encontramos de nuevo la autopista dirección Zagreb y empezó otra vez el sopor de la conducción monótona.
Llegamos a Zagreb con alguna parada para refrescar las caras ante el peligro de dormirse, y al hostal que parecía una embajada japonesa, donde dormiríamos en la habitación con dos chicas y un hombre de esa nacionalidad. Una vez más nos costó mucho encontrar sitio para comer cerca de las 12, pero nos pudimos apañar con unas “fajitas” y otras lindezas de chiringuito callejero. Y a la piltra sobre la 1, creo recordar. Las motos durmieron en plena calle....
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