12/12/06

MARRUECOS CUARTO DIA MERZOUGA-TINEHIR-TODRA-DADES-OUARZAZATE


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Mis 7 de la mañana (hora del orto), eran sus 5 de la mañana hora local, o sea que cuando yo emprendí ruta de nuevo allí dormía todavía hasta el Tato.

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Me marqué un par de caminitos con algo de arena, y la verdad es que los 400 kilos que casi arrastraba la moto sobre los neumáticos mixtos no eran precisamente para disfrutarlos quemando embrague para salir de los atolladeros en que me puse, pero bueno ……



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Mejores eran las pistas que se dirigían desde la carretera hasta las kasbas a pie de dunas, Aquí una que disfruté bastante sin cortarme.



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Algunos pueblos y mercados locales que encontré por el camino me llevaron a parar cámara en mano y agenciarme una buena naranja ingerida a pelo.


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Llegando a Tinehir, pillé una instantánea fugaz y furtiva de las mujeres haciendo la colada en el río.



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La subida por las Gargantas del Todra ofrece unas vistas espectaculares de los vergeles enclavados en medio de las montañas áridas.

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Y al poco se llega a la auténtica Garganta, realmente impresionante de altura. Varios escaladores se empeñaban en treparlas mientras que los vendedores de suvenirs andaban a la caza del turista embelesado.


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Desandando el camino por ser muy agreste la pista que une las gargantas por el Norte, al llegar a Bulman de Dades me merecía un buen almuerzo, tal que éste pollo con guarnición mientras el caballo espera paciente fuera del chiringuito.



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Espectaculares Ksars (Alcazabas) en la subida a las Gargantas del Dades.

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Y al final de la Garganta del Dades, un puerto de montaña impresionante prometía dar grandes emociones con la moto hasta que las cantidades ingentes de neumático y de gasoil que hay en cada curva, hicieron aconsejable un ascenso y descenso más moderado sin rascar estriberas como apetecía.

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Algunas formaciones rocosas eran realmente curiosas.

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Y con todo ello se llegó hasta Ouarzazate a tiempo para encontrar un camping, plantar la tienda, buena duchita, y buscar (y encontrar) antes de cenar un ciber-café donde descargar la tarjeta de memoria de la cámara que ya echaba humo y poner un par de emilios a distancia. Para cenar, en un chiringo local, me empujé un bocata de varios ingredientes, uno de los cuales era el arroz, júrolo.

Esto está en Ouarzazate.

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